Seguro que todos ustedes se acordarán del primer día de clase. Uniforme nuevo, zapatos, cuadernos, lápices de colores… Los nervios en la mochila y la ilusión de conocer gente nueva, lugares nunca vistos hasta el momento. Algo parecido le ocurrió al Sevilla anoche. Y eso que llegaba como alumno aventajado, con un presente espléndido y un futuro más que esperanzador.Pero lamentablemente los de Juande pagaron la novatada. En ningún momento se arrugaron pero el Arsenal, visto lo visto, era un examen demasiado complicado para la altura de curso en la que nos encontramos. Debemos destacar la actuación de Fábregas, que volvió a reivindicarse como uno de los mejores jugadores españoles del momento, aunque alguno que presume de sabio quiera taparse los ojos. Llevó todo el juego de su equipo, marcó un gol y regaló otros dos. Supongo que eso mismo hará Albelda en los entrenamientos de la Selección, ya que si Luis le pone será por algo, ¿no? Acepten la ironía.
Y de los errores se aprende. Todos hubiéramos soñado con una victoria en Londres, pero a veces la realidad eclipsa a los sueños, que estamos seguros irán apareciendo en forma de buenos resultados a medida que avance la competición. El Sevilla tan sólo presentó su candidatura y, como decía aquel, esto es de ida y vuelta. Nos vemos en el Pizjuán.
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