Llegó el añorado mesías. El ser superior que todo el madridismo añoraba. Lo hizo sin oposición, tumbando a sus rivales sin apenas saltar al ring. La derrota asegurada se disfrazó de aval como única excusa para el resto de candidatos, que decidieron dar un paso atrás en vísperas a la llegada del salvador del Madrid. Ese al que todos los socios esperaban, y que ha aterrizado en las oficinas del Bernabéu con Valdano y Pardeza como copilotos.En su primera comparecencia como presidente oficial del Real Madrid, presentó a Manuel Pellegrini, ex técnico del Villarreal que ha hecho historia con el submarino amarillo haciéndole grande en Europa y quedando a un paso de hacerlo finalista de la Copa de Europa. Ya lo avisaba el mandatario blanco: "Trabajaremos contrarreloj. Tenemos que hacer el trabajo de 3 años en 1". Un entrenador que gusta del buen fútbol, de toque, sinónimo del respetable de Chamartín.
El mejor de sus barros lo ha utilizado para crear a Kaká. En su segunda semana, su primera estrella. La misma que Calderón estuvo buscando desde su llegada a la presidencia, y a la que prometió en numerosas ocasiones en sus tres temporadas al frente de la nave blanca. Por eso Kaká no es sólo un fichaje más, un galáctico sobre el que girará todo el juego del Madrid. Supone un golpe sobre la mesa de Florentino, que será sometido a una presión enorme debido a las grandes espectativas que ha levantado su llegada. De momento, el madridismo ya tiene al jugador que tantos años ha estado esperando. Que pase el siguiente...
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