Se marcha por la puerta de atrás, con la cabeza agachada y el rabo entre las piernas. Se acabaron las promesas, los juramentos y las fachadas de hombre noble y sano. Ramón Calderón dejará de ser presidente del Real Madrid en las próximas horas, club al que nunca debió llegar tras unas elecciones cargadas de trampas y fechorías. Ahí comenzó a escribir un mandato repleto de mentira, su principal arma como máximo mandatario.
Los socios madridistas siguen soñando con ver a jugadores como Kaká, Cesc Fábregas o Cristiano Ronaldo vestidos de blanco. Los dos primeros le auparon a la presidencia blanca. Ahí comenzó a dar sus primeros flecos de inoperancia e incapacidad a la hora de traer a grandes estrellas, jugadores que levanten al Bernabéu de sus asientos. Hablo de Zidane, Ronaldo, Figo, Beckham... La situación le venía grande.
Sus meteduras de pata ante los medios de comunicación han sido constantes, lo que ha sembrado un clima de discrepancia que ha afectado al ámbito deportivo. Este pasado verano, se volcó en el fichaje del portugués del Manchester Ronaldo, con unas pésimas negociaciones de continuas filtraciones a la prensa. Lo importante es que los de arriba se lucren los bolsillos, el Madrid es lo de menos. Y mientras, jugó e infravaloró a uno de los mejores jugadores de la plantilla, Robinho, que terminó por coger la maleta y emigrar a Inglaterra.
Sin embargo, ha sido la celebración de una Asamblea y las acusaciones de un periódico deportivo las que le echan por la puerta de atrás con su imagen por los suelos. El arte de la trampa llegó a su fin. A la calle señor Calderón. Pero Mijatovic y su directiva tienen la misma parte de culpa. Porque él es sólo la cabeza visible de una panda de mafiosos y ladrones que llevan jugando con el club desde su llegada. Esperemos que termine pronto este espectáculo que han montado unos personajes que actúan en contra de todos los principios del deporte. Colorín colorado.
Los socios madridistas siguen soñando con ver a jugadores como Kaká, Cesc Fábregas o Cristiano Ronaldo vestidos de blanco. Los dos primeros le auparon a la presidencia blanca. Ahí comenzó a dar sus primeros flecos de inoperancia e incapacidad a la hora de traer a grandes estrellas, jugadores que levanten al Bernabéu de sus asientos. Hablo de Zidane, Ronaldo, Figo, Beckham... La situación le venía grande.
Sus meteduras de pata ante los medios de comunicación han sido constantes, lo que ha sembrado un clima de discrepancia que ha afectado al ámbito deportivo. Este pasado verano, se volcó en el fichaje del portugués del Manchester Ronaldo, con unas pésimas negociaciones de continuas filtraciones a la prensa. Lo importante es que los de arriba se lucren los bolsillos, el Madrid es lo de menos. Y mientras, jugó e infravaloró a uno de los mejores jugadores de la plantilla, Robinho, que terminó por coger la maleta y emigrar a Inglaterra.
Sin embargo, ha sido la celebración de una Asamblea y las acusaciones de un periódico deportivo las que le echan por la puerta de atrás con su imagen por los suelos. El arte de la trampa llegó a su fin. A la calle señor Calderón. Pero Mijatovic y su directiva tienen la misma parte de culpa. Porque él es sólo la cabeza visible de una panda de mafiosos y ladrones que llevan jugando con el club desde su llegada. Esperemos que termine pronto este espectáculo que han montado unos personajes que actúan en contra de todos los principios del deporte. Colorín colorado.
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