Tras una pésima gestión económica en el año 2006, el Málaga Club de Fútbol se vió abocado al descenso a Segunda División, teniendo que salir a concurso para evitar su desaparición. El ex-presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, adquirió el 97% de las acciones y con el nombramiento de su hijo como máximo mandatario, Fernando Sanz, empezó a ver la luz al final de un tunel que parecía haber apagado cualquier rayo de esperanza para un histórico de nuestro fútbol.
Su paso por la categoría de plata fue un mero trámite, con un espectacular inicio de curso que, a pesar de presentar algún altibajo a lo largo de la temporada, mostró los cimientos de un equipo de primera. El ascenso se consumó en la última jornada, imponiéndose en la Rosaleda por 2-1 al Tenerife con dos goles de Antonio Hidalgo. La historia estaba escrita y tenía color blanquiazul.
No obstante, su llegada al olimpo ha estado repleta de obstáculos. El calendario no dio demasiada tregua a Antonio Tapia y sus pupilos que, con cuatro jornadas disputadas y la suma de un sólo punto en las arcas malaguistas, comenzaban a merodear la cuerda floja y a estar seriamente en entredicho. El vestuario fue unánime y se conjuró. Borrón y cuenta nueva. Había costado mucho codearse con los grandes como para hincar la rodilla a las primeras de cambio.
La victoria en casa ante el Valladolid abrió los ojos a una plantilla que hasta entonces había visto el vértigo de la Primera demasiado cerca, y comenzó a escribir con letras de oro una primera vuelta memorable que le colocan a día de hoy séptimo, con la Uefa a tiro de piedra y con una afición entregada e ilusionada con el fútbol de los suyos.
Su paso por la categoría de plata fue un mero trámite, con un espectacular inicio de curso que, a pesar de presentar algún altibajo a lo largo de la temporada, mostró los cimientos de un equipo de primera. El ascenso se consumó en la última jornada, imponiéndose en la Rosaleda por 2-1 al Tenerife con dos goles de Antonio Hidalgo. La historia estaba escrita y tenía color blanquiazul.
No obstante, su llegada al olimpo ha estado repleta de obstáculos. El calendario no dio demasiada tregua a Antonio Tapia y sus pupilos que, con cuatro jornadas disputadas y la suma de un sólo punto en las arcas malaguistas, comenzaban a merodear la cuerda floja y a estar seriamente en entredicho. El vestuario fue unánime y se conjuró. Borrón y cuenta nueva. Había costado mucho codearse con los grandes como para hincar la rodilla a las primeras de cambio.
La victoria en casa ante el Valladolid abrió los ojos a una plantilla que hasta entonces había visto el vértigo de la Primera demasiado cerca, y comenzó a escribir con letras de oro una primera vuelta memorable que le colocan a día de hoy séptimo, con la Uefa a tiro de piedra y con una afición entregada e ilusionada con el fútbol de los suyos.
3 comentarios:
as exo un resumen perfecto de los ultimos 3 años del malaga!!de la gloria al infierno y del infierno otra vez a la gloria!FORÇA MALAGA!
la verda as escrito un peazo de resumen de lo que emos sido durante estos ultimos años...
aora soñando con europa los ke siempre emos stado junto al malaga no cabemos en el cuerpo de gozo...
El domingo se gana al Atleti y se entra en Europa¡ jaja
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