Que los futbolistas salgan de fiesta por las noches no debería sorprender a nadie (me olvido de los puristas), al fin y al cabo son jóvenes y también tienen derecho a divertirse hasta cierto límite. El problema viene cuando estos hábitos empiezan a convertirse en rutina diaria. Y esto parece que le está pesando al jugador del Real Madrid Sergio Ramos.
Tras la 'rajada' en el Diario As en la que no ha dejado títere con cabeza (critica a Schuster, al sistema y al juego del equipo), en la cúpula del club madridista están que echan humo. Hace pocas semanas corrió el rumor de que Sergio estaba siendo vigilado muy de cerca por el club a raíz de su comportamiento fuera de los terrenos de juego. Dentro de ellos es evidente que su nivel ha bajado de manera alarmante esta temporada, aunque ya en la Eurocopa dio muestras de flaqueza y cansancio.
Ya lo dijo el ex seleccionador Luis Aragonés: "Sergio es un chico que es una gran persona, pero algunas veces hace alguna cosita que no debe fuera del campo". Ni la prensa ni el propio jugador quisieron hacer demasiado ruido sobre este asunto, que a mi me pareció más que preocupante viniendo de la boca de Luis. Quizá lo que más se echa en falta es un poco de autocrítica por parte del jugador. Cuando vienen mal dadas hay veces que 'poner la mejilla' y apretar los dientes resulta más noble que esquivar los disparos para que otro reciba la bala.
Tras la 'rajada' en el Diario As en la que no ha dejado títere con cabeza (critica a Schuster, al sistema y al juego del equipo), en la cúpula del club madridista están que echan humo. Hace pocas semanas corrió el rumor de que Sergio estaba siendo vigilado muy de cerca por el club a raíz de su comportamiento fuera de los terrenos de juego. Dentro de ellos es evidente que su nivel ha bajado de manera alarmante esta temporada, aunque ya en la Eurocopa dio muestras de flaqueza y cansancio.
Ya lo dijo el ex seleccionador Luis Aragonés: "Sergio es un chico que es una gran persona, pero algunas veces hace alguna cosita que no debe fuera del campo". Ni la prensa ni el propio jugador quisieron hacer demasiado ruido sobre este asunto, que a mi me pareció más que preocupante viniendo de la boca de Luis. Quizá lo que más se echa en falta es un poco de autocrítica por parte del jugador. Cuando vienen mal dadas hay veces que 'poner la mejilla' y apretar los dientes resulta más noble que esquivar los disparos para que otro reciba la bala.
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