A veces los de arriba, los que toman café y fuman puro en los despachos, se empeñan en estropear los pocos espectáculos que nos quedan en competiciones nacionales. Decisiones inexplicables, pero que siempre se acaban tomandoa pesar del rechazo de los clubes y los aficionados. Si ya de por sí reconocemos que el el calendario actual es criminal por el número de partidos, la Federación para empeñada en engordarlo un poco más con este sistema de Copa.
Este torneo, en los últimos años, se ha ido devaluando de manera alarmante. Los equipos, o al menos los más grandes, lo han considerado un torneo menor, utilizado por los entrenadores para dar minutos a los suplentes y poco más. Si algún encanto le quedaba era el valor a partido único en casa del pequeño. El verdadero 'torneo del K.O.'. Esas noches locas de Carrusel que nos ponian los pelos de punta.
Pero todo eso parece haber terminado, al menos este año. A expeción del suicidio del Villarreal ante el Poli Ejido, el resto de los equipos de Primera tiene el que más o el que menos medio asegurado el pase a Octavos. Perdieron también Sevilla y Madrid, sí, pero pocos dudan que harán los deberes dentro de dos semanas en casa. Este hecho también frena las ganas y el desparpajo de los equipos más modestos, que saben que es necesario algo más que un milagro para lograr la 'machada'.
Este torneo, en los últimos años, se ha ido devaluando de manera alarmante. Los equipos, o al menos los más grandes, lo han considerado un torneo menor, utilizado por los entrenadores para dar minutos a los suplentes y poco más. Si algún encanto le quedaba era el valor a partido único en casa del pequeño. El verdadero 'torneo del K.O.'. Esas noches locas de Carrusel que nos ponian los pelos de punta.
Pero todo eso parece haber terminado, al menos este año. A expeción del suicidio del Villarreal ante el Poli Ejido, el resto de los equipos de Primera tiene el que más o el que menos medio asegurado el pase a Octavos. Perdieron también Sevilla y Madrid, sí, pero pocos dudan que harán los deberes dentro de dos semanas en casa. Este hecho también frena las ganas y el desparpajo de los equipos más modestos, que saben que es necesario algo más que un milagro para lograr la 'machada'.
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