Lo que hasta la fecha venía sonando como un lema cargado de ilusión y esperanza para una ciudad que sueña con organizar los JJ. OO. de 2016, hoy se ha diluido estrepitosamente con el veredicto emitido por el Comité Olímpico Internacional (COI) sobre las ciudades de Tokio, Chicago, Río de Janeiro y Madrid.
A un mes de la elección definitiva de la sede, que se conocerá el próximo 2 de octubre en Copenhague, Tokio ha sido sin lugar a dudas la mejor parada y la que más papeletas reúne para proclamarse finalmente ciudad olímpica, gracias en buena parte a un plan compacto, que ofrece garantías económicas tanto para organizar los Juegos como para cubrir un posible déficit. A pesar de que el proyecto nipón en cuanto a instalaciones e infraestructuras carecía de detalles y claridad, la documentación presentada fue de alta calidad, tal y como dicta el informe del COI.
En la parte que nos toca, podemos decir que el balance ha sido bastante negativo. Si bien es cierto que Madrid 2016 recibió numerosos elogios por sus infraestructuras (las terminadas y las que están por hacerlo), su nivel de seguridad y su transporte, el jarro de agua fría llegó con las pegas a la legislación antidopaje y el organigrama administrativo. Según los comisarios existe una posible falta de adecuación de la ley antidopaje española a la internacional, algo que no ha pillado por sorpresa a ninguno de los responsables de la candidatura española. Además, según recoge el informe, no aporta la prueba de una total comprensión de la necesidad de delimitar claramente los papeles y las responsabilidades, entre otros aspectos en el plano financiero entre las distintas partes.
Así las cosas, el sueño de organizar los próximos juegos olímpicos de 2016 parece haberse esfumado, aunque aun queda tiempo para proponer soluciones y decantar el peso de la balanza. Sea como sea, el pensamiento del pueblo madrileño y español tiene nuevo eslogan: "Tengo una mala corazonada"...
A un mes de la elección definitiva de la sede, que se conocerá el próximo 2 de octubre en Copenhague, Tokio ha sido sin lugar a dudas la mejor parada y la que más papeletas reúne para proclamarse finalmente ciudad olímpica, gracias en buena parte a un plan compacto, que ofrece garantías económicas tanto para organizar los Juegos como para cubrir un posible déficit. A pesar de que el proyecto nipón en cuanto a instalaciones e infraestructuras carecía de detalles y claridad, la documentación presentada fue de alta calidad, tal y como dicta el informe del COI.
En la parte que nos toca, podemos decir que el balance ha sido bastante negativo. Si bien es cierto que Madrid 2016 recibió numerosos elogios por sus infraestructuras (las terminadas y las que están por hacerlo), su nivel de seguridad y su transporte, el jarro de agua fría llegó con las pegas a la legislación antidopaje y el organigrama administrativo. Según los comisarios existe una posible falta de adecuación de la ley antidopaje española a la internacional, algo que no ha pillado por sorpresa a ninguno de los responsables de la candidatura española. Además, según recoge el informe, no aporta la prueba de una total comprensión de la necesidad de delimitar claramente los papeles y las responsabilidades, entre otros aspectos en el plano financiero entre las distintas partes.
Así las cosas, el sueño de organizar los próximos juegos olímpicos de 2016 parece haberse esfumado, aunque aun queda tiempo para proponer soluciones y decantar el peso de la balanza. Sea como sea, el pensamiento del pueblo madrileño y español tiene nuevo eslogan: "Tengo una mala corazonada"...
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