Tantas cosas que reprochar que no sé por donde empezar. El Madrid fue anoche un juguete en las manos de un niño (no tan niño), llamado Alessandro Del Piero. La magia no entiende de años, y de ello rebosa el mito vivo y eterno de la Juventus. Le bastaron dos genialidades, la segunda secundada por el guardameta del Madrid, para tumbar a un equipo apático, vulgar y sin ideas.
El Madrid es un equipo limitado como hemos dicho en multitud de ocasiones. Le da para ciertos arreones puntuales impulsados por el peso del escudo y la historia, pero nada más. Y si encima su técnico, Bernd Schuster, se empeña en ponerse la venda y utilizar sus 'bonus' hasta la posteridad, se convierte en un tejado plagado de goteras. El alemán va perdiendo credibilidad semana tras semana, unido a una falta de carácter y decisión alarmantes. Está visto que en el vestuario no es todo oro lo que reluce, y que los 'pesos pesados' tienen que estar en el once aunque ello perjudique el juego del equipo. No encuentro otra explicación, pero estaría encantado de oir argumentos para que hombres como Raúl, Guti o Drenthe jueguen por encima de Higuaín o Van Der Vaart.
Del posible balón de oro poco se puede decir. La Juventus tiró dos veces a portería, y las mismas fueron las veces que Casillas recogió el balón de la red. Simplemente pongo datos, no me juzguen. Pero un portero profesional no puede cometer un error de benjamín en la colocación de una barrera. Se juntó el chupete con las canas. El más listo de la clase rápidamente se dio cuenta, y lo que en directo nos pareció un gol sublime, en la repetición se cruzaron los brazos. Es lo que le toca al madridismo. Tirar con las viejas glorias hasta que planten cara a la situación, porque gran parte de esta culpa es de la afición. Continuará.
El Madrid es un equipo limitado como hemos dicho en multitud de ocasiones. Le da para ciertos arreones puntuales impulsados por el peso del escudo y la historia, pero nada más. Y si encima su técnico, Bernd Schuster, se empeña en ponerse la venda y utilizar sus 'bonus' hasta la posteridad, se convierte en un tejado plagado de goteras. El alemán va perdiendo credibilidad semana tras semana, unido a una falta de carácter y decisión alarmantes. Está visto que en el vestuario no es todo oro lo que reluce, y que los 'pesos pesados' tienen que estar en el once aunque ello perjudique el juego del equipo. No encuentro otra explicación, pero estaría encantado de oir argumentos para que hombres como Raúl, Guti o Drenthe jueguen por encima de Higuaín o Van Der Vaart.
Del posible balón de oro poco se puede decir. La Juventus tiró dos veces a portería, y las mismas fueron las veces que Casillas recogió el balón de la red. Simplemente pongo datos, no me juzguen. Pero un portero profesional no puede cometer un error de benjamín en la colocación de una barrera. Se juntó el chupete con las canas. El más listo de la clase rápidamente se dio cuenta, y lo que en directo nos pareció un gol sublime, en la repetición se cruzaron los brazos. Es lo que le toca al madridismo. Tirar con las viejas glorias hasta que planten cara a la situación, porque gran parte de esta culpa es de la afición. Continuará.
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